“Una pequeña historia de grandes personas”.Así empieza el relato de Boadilla, un municipio que pidió ayuda y se ha vistoabrumado con tantas muestras de solidaridad. Todo comenzó cuando la alcaldesa yel concejal Ángel Martín, preocupados por cuidar y por motivar a sus ciudadanos en elconfinamiento, decidieron contactar con algunas empresassolicitando colaboración para poder regalar alguno de sus productos.
“Cual fue nuestra sorpresa al recibir mensajes cálidos,humanos llenos de noticias positivas. Todos ellos personalizados y llenos dehumanidad”, relatan. Así, les hicieron llegar multitud de productosprocedentes de Valladolid, Huelva, Elche, Alcalá de Henares, Valdemoro,Pozuelo, Barcelona, Gerona ¡y hasta Bolonia!
Geles hidroalcohólicos, bombones, bizcochos, útiles deaseo personal, cremas de manos, pasatiempos, revistas y hasta rosarios llegados directamentede Italia. Un material que han repartido entre los vecinos y que agradecena cada una de las empresas privadas: 2llos son los verdaderos protagonistas deestos días. Gente, la mayoría mileurista, que está entregada a su profesión: acuidar, a limpiar, a curar”.