Dos golpes en la cabeza con un hacha para no pagar una deuda, así fue el famoso crimen de la Fuente de San Esteban

En 1897 José Gago asesinó a José Castillo para evitar devolverle 8.796 pesetas, le cortó manos, pies y cara para evitar su identificación y lo tiró en Valgrande

Crimen de Fuente de san Esteban. El Adelanto 28 noviembre de 1897.
Crimen de Fuente de san Esteban. El Adelanto 28 noviembre de 1897.

Finales del siglo XIX. Tres crímenes copan páginas y páginas de la prensa de la época. Son el de Galisancho, cuando Riscas Capolo y Tapiero mataron la cura de la localidad, el de Ituero de Huebra en el que también mataron al cura para robarle y el de Fuente de San Esteban, cuando un comerciante asesinó a otro. Este último macabro crimen quedó recogido con todo detalle, declaraciones de acusado y testigos incluidas, lo que muestra el eco que tuvo en la sociedad salmantina. Recoge la prensa José Gago, “vecino y comerciante de Fuentes de San Esteban” trabó amistad con José Castillo Viana, “comisionista de Singer y de la Miguélez, fabricante de chocolates de Astorga”.

Tal era su amistad, que incluso Castillo se hospedaba en casa de Gago “con motivo de sus negocios y que Gago veraneaba en la casa de Castillo en Santander. Una amistad que se rompió por una deuda, concretamente 8.796,30 pesetas que Castillo le prestó a Gago. Pero cuando llegó el vencimiento de pago, Gago decidió matar a su deudor para evitar devolverle el dinero.

Recoge El Adelanto, en una noticia que incluye incluso una infografía con un croquis de la casa donde se cometió el crimen, que fue Gago quien invitó a Castillo a su casa, en Fuentes de San Estaban para liquidar la deuda. Una carta que “no solo aumentó los temores de Castillo, sino que estos crecieron, llegando a abrigar la idea de que maquinaba algo contra su persona”. A pesar de ello, Castillo acudió a la cita “llegando a Fuentes de San Esteban en la mañana del 21 de julio de 1896, desde Cabrillas, en compañía del Gago en cuya casa se hospedó”.

La crónica relata que comenzaron a hablar de su cuenta “apoyados en el mostrador, y con motivo de ello, debió suscitarse entre ellos una cuestión personal, que dio por resultado el hacer allí mismo muerto violentamente José del Castillo a manos de Gago”. Algo que hizo con un “instrumento cortante muy poderoso, en razón a la fractura completa de varios huesos del cráneo”. Gago le golpeó con un hacha como así reconoció la sentencia posterior.

'Noticiero salmantino  diario imparcial de la tarde'   Año II Número 305 (18011899)
'Noticiero salmantino diario imparcial de la tarde' Año II Número 305 (18011899)

Tras matarlo, Castillo se dedicó a “preparar la ocultación y encubrimiento de su delito y a este efecto desfiguró el rostro del cadáver y lo mutiló seccionándole las manos y pies, en los que tenia Castillo deformidades que podrían haber servido para su identificación”. Después lo ocultó en la cuadra y lo trasladó en una de las noches siguientes a dos o más leguas del pueblo, dejándolo abandonado y medio oculto entre unas matas de roble, en el monte del pueblo de Martín Río y sitio llamado Valgrande, donde fue visto y encontrado, ya en putrefacción y devoradas sus carnes casi por completo por aves y animales a los siete días”.

Tras varios días de juicio transcrito en la prensa local, el jurado sentencia a muerte a José Gago por el asesinato de Castillo. Una sentencia que finalmente no se cumplió, ya que el 17 de enero de 1899 el Consejo de Ministros concedió el indulto a José Gago, autor del crimen de la Fuente de San Esteban. Curiosamente, su indulto llegó al mismo tiempo que el de Antonio y Andrés Sánchez, también condenados a muerte por el crimen de Cepeda.

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