El pasado jueves se conocía que un aula de infantil del CEIP Villares de la Reina era confinada trasel positivo de uno de sus alumnos. En ese momento, todos sus compañeros ycompañeras, así como el profesorado correspondiente, pasaba a tener que cumpliruna cuarentena de 10 días y debía someterse a una prueba PCR, tal y como marcael protocolo de la Junta.
Sin embargo, casi una semana después, la gran mayoría de losescolares de dicha aula no se han hecho la prueba. Es más, ni les hancontactado. Así lo explica una madre afectada a SALAMANCA24HORAS, que lamentaque nadie les ha informado ni les ha ofrecido ninguna solución.
Tal y como explica, el próximo 28 de septiembre acabarán lacuarentena y, por lo tanto, volverán al confinamiento. Pero como tambiénrefleja, a este ritmo “nuestros hijos van a acabar la cuarentena sin que leshagan la prueba.
Según han podido saber a través del centro de salud de lalocalidad, este retraso se debe a que la mutua responsable de realizar laspruebas (la Junta privatizó el servicio de pruebas a escolares) está“colapsada”. Así, saben que el colegio envió la documentación correspondiente ala Dirección Provincial y estos mandaron realizar las pruebas, pero de momentola mutua no se ha puesto en contacto con los padres y madres “mientras que losdías pasan”.
Por ello, los padres y madres del colegio temen quefinalmente sus hijos tengan que volver a clase sin saber si han sufrido laenfermedad y, por ende, pueden haber expandido el virus. Sin ir más lejos, alos padres y hermanos con los que conviven. De hecho, muchos de losprogenitores han decidido, por sentido común y responsabilidad, no llevar a susotros hijos e hijas a clase (convivientes con los escolares que están encuarentena) hasta saber el resultado de unas pruebas que no llegan.