El presente Plan, precisó Riñones, incluye una serie de variaciones derivadas de la nueva situación socioeconómica de la ciudad “conscientes de que la industria del textil ya no puede ser el motor que impulse la vida de la ciudad y que es necesario buscar alternativas reales, como puede ser el medio ambiente, los servicios y el turismo, además de una cierta industria de consumo interno o comarcal”.
Entre los objetivos de la nueva planificación destaca la recuperación de la centralidad del casco urbano. Para ello, se confiere una edificabilidad razonable a aquellos solares situados en esa zona de la ciudad, bajo el criterio de igualdad de alturas con los colindantes. Este aspecto es más contundente en aquellos solares ocupados por antiguas industrias que se encuentran totalmente incorporadas a la trama urbana y se estima conveniente que su uso sea residencial.
De igual modo, las nuevas normas buscan recuperar tanto el río Cuerpo de Hombre como la industria anexa pues, históricamente, el cauce fluvial “ha supuesto un eje de crecimiento y actividad en torno al que se situaron en su día las industrias textiles que fueron el verdadero motor económico de la ciudad”. A día de hoy, sin embargo, “la ciudad de Béjar vive de espaldas a su río”, lamentó Riñones.
Las nuevas normas apuestan por aprovechar todo su potencial natural, “así como el potencial arquitectónico y económico de las edificaciones textiles que se sitúan en sus márgenes, mediante una serie de actuaciones como la rehabilitación de las edificaciones industriales protegidas, buscando su adaptación para otros usos compatibles como usos turísticos, comerciales, talleres, oficinas, equipamiento público, etc; la creación de un recorrido turístico siguiendo el eje del río, con espacios de estancia pintorescos como la Isla de La Aliseda, el museo textil o el entorno del Puente de San Albín. De igual forma, matizó el alcalde, este recorrido debe tener un inicio y un fin que serán las dos centrales eléctricas con sendos saltos de agua existentes. A ello se añade la recuperación, limpieza y puesta en valor de las márgenes del río y elementos singulares en su entorno.