Los propietarios de perros están estos días en alerta ante una ola de envenenamiento de animales en el extrarradio de la ciudad. Son ya varias las muertes denunciadas desde hace una semana, al menos una quincena, de animales que comen carne que se encuentran en la calle mientras pasean con sus dueños, lo que hace sospechar que una o varias personas se dedican a dejar estos cebos envenenados por Salamanca.
Los hechos han sido puestos ya en conocimiento de Policía Local y Policía Nacional para que inicien una investigación. Y es que los denunciantes alertan de que se trata de zonas no sólo de paseo para animales, sino también de juegos para niños, que podrían resultar intoxicados si se llevan a la boca uno de estos trozos de carne.
Los primeros casos se registraron la semana pasada en Pizarrales, en la avenida Alfonso Sánchez Montero, el parque Valhondo y la calle Don Quijote, pero se han ido reproduciendo en los barrios Blanco, El Carmen, Vistahermosa, en los jardines del hospital de la Santísima Trinidad y en La Aldehuela.
En este último lugar una dueña de un perro explica que “en cuestión de segundos vimos que la perra no se tenía de pie, se nos caía y estaba muy fría, la cogimos corriendo y la llevamos al veterinario de urgencias y cuando llegamos apenas le latía el corazón. Apenas habían pasado 15 minutos, si tardamos un poco más no se qué habría pasado, las encías las tenía blancas, había sido envenena con algo bastante letal”.