El pasado día 2 de mayo, la Policía Nacional recibió requerimiento de presencia policial en una farmacia de la avenida de Comuneros, por la presencia en el mismo de un hombre que intentaba extorsionar al titular del establecimiento.
A su llegada, los agentes conocieron que se había personado en el mismo un varón que se identificó con una tarjeta de visita, como representante de una empresa que se dedicaba a la asesoría de farmacias. El farmacéutico, al tener conocimiento de que ya había estado en otros establecimientos del ramo, pidiendo medicamentos sin recetas e informando de presuntas deficiencias para a continuación solicitar una cantidad económica y amenazar con denuncias si no contrataban sus servicios, decidió llamar a la policía.
Los agentes procedieron a la identificación del varón, interviniendo en su poder tarjetas de visita, documentos de presentación como asesoría, hojas de encargo de trabajo profesional, una relación de establecimientos de farmacia de la ciudad en los que había señalando los visitados, además de otros documentos sobre su presunta actividad. En el vehículo que utilizaba encontraron una bolsa conteniendo otras de diferentes establecimientos con medicamentos, así como documentación sobre lo que parecía ser una investigación de las diferentes farmacias de la ciudad y fotografías de las mismas, procediendo a la intervención de todos los efectos.
Investigación y Modus operandi
Al tener constancia de las presuntas actividades ilícitas del identificado, se inició una investigación, contando con la colaboración del Colegio de Farmacéuticos de la ciudad, sobre los establecimientos que podían haber sido afectados.
Según manifestaciones efectuadas por el representante del Colegio de Farmacéuticos de Salamanca, el detenido, haciéndose pasar por compañero farmacéutico, se personaba en los distintos establecimientos y refería que estaba circunstancialmente en la ciudad y necesitaba medicación, por lo que en algunas farmacias, por empatía profesional, se la entregaban.
En ese momento, esta persona se identificaba como Asesor de Farmacias y les informaba que habían cometido una infracción, aprovechando para advertir de otras presuntas irregularidades que había detectado, en cuanto al cumplimiento de la Ley de Ordenación Farmacéutica de Castilla y León o la normativa municipal de establecimientos comerciales. En ese momento les entregaba un documento informativo sobre la actividad de su empresa de Asesoría de Farmacias para ofrecer sus servicios, lógicamente a cambio de una contraprestación económica, advirtiéndoles que iba a proceder a denunciarles, salvo que formalizaran la contratación.
El Colegio de Farmacéuticos había conocido los hechos desde hacía aproximadamente un mes y medio, estando pendiente de recabar más datos e información sobre las actividades irregulares para formular la denuncia, conociendo que ya habían sido afectadas unas 29 farmacias, de las 85 existentes en la ciudad y que incluso habían sido denunciadas algunas de ellas al Servicio Territorial de Sanidad de la Junta de Castilla y León.
Detención
El presunto autor de los hechos fue detenido este martes, 7 de mayo, en las dependencias policiales, al presentarse para solicitar que le fueran entregados los medicamentos que los agentes le intervinieron en el vehículo, cuando le identificaron en la farmacia de la avenida de Comuneros.
El detenido ya ha sido puesto a disposición judicial.
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