Que muchas veces losagentes de la Policía tiene una infinita paciencia no es ninguna novedad, sobretodo cuando la persona que está enfrente no atiende a razones por estarafectado por la influencia del alcohol y otras sustancias.
Una intervención de laPolicía Local de Salamanca en la calle San Ambrosio ha vuelto a dejar latenteese temple que tienen que tener los agentes ante determinadas conductas. Eneste lugar, un hombre, con claros síntomas de embriaguez, ha protagonizado unesperpéntico espectáculo ante la presencia de vecinos y varias patrullas de lapolicía municipal.
Este individuo, que hasido propuesto para sanción por los agentes, ha comenzado a encararse y soltarvarios improperios contra los policías cuando estos le han preguntado cuál erael motivo para estar saltándose el confinamiento. “¿Qué pasa? ¿Les estoy amenazando?Yo me voy a mi casa. Hasta luego, Lucas”, ha contestado sin demasiado sentidoel hombre.
Sin embargo, poco leha durado el trayecto a su vivienda puesto que enseguida se ha vuelto hacia lospolicías gritando orgulloso su nombre y apellidos “de pura cepa”. Elprotagonista de esta historia ha continuado diciéndole a los agentes que “estoyen mi casa y estoy morado. Gozando ya que estamos en cuarentena, gocen ustedes”,ha respondido cuando uno de los policías le ha preguntado: “¿Qué es lo que hapasado?
A duras penas, elhombre ha tomado el camino hacia su casa, no sin antes seguir increpando a losagentes: “Que se emborrachen ellos, que me cago en sus muertos”. Desde losbalcones, varios vecinos le han recriminado su actitud y le han ordenado que sefuera a su casa.