La tensión fue importante en la zona debido no sólo a la cercanía de las llamas, sino a que muchos vecinos tienen ganado en los parajes cercanos a las llamas y, por tanto, parte de su sustento diario entre quienes se dedican al sector ganadero. Y es que el fuego se divisa desde la autovía A-66 a su paso por Béjar y afecta a una ladera de la montaña.
Los bomberos esperaban que el fuego se apagara sólo durante la noche, pues existen cortafuegos naturales en la zona y la bajada de las temperaturas terminaría por sofocarlo. Pero no fue así y las llamas continuaban activas, lo que obligó a redoblar esfuerzos a los servicios de extinción y contar con más medios del Servicio Territorial de Medio Ambiente, que controlaron y extinguieron el incendio posteriormente.