Morante revive el toreo añejo en La Glorieta, con una oreja de Talavante y otra de Borja Jiménez
CRÓNICA
‘Corchoso’ de Garcigrande se ha llevado el premio al “toro más bravo” siendo el único al que se le realizó una buena suerte de varas digna de entrar en concurso a cargo de Ángel Rivas
Lo de Morante de la Puebla es como “una de cal y otra de arena”. O le sigues cada tarde que torea, o si te la juegas a una es como esperar que en la sorpresa del huevo kínder te salga justamente la figura de la colección que te falta y que, por supuesto, te puede salir repetida. Pero cuando torea, ¡ay cuando torea!, ahí se olvida y se perdona. Y eso es lo que ha pasado hoy en La Glorieta, olvido y perdón. De la bronca del viernes a la alabanza del domingo porque hoy es el día grande de la semana, el Día del Señor, del Señor José Antonio Morante de La Puebla.
La afición de La Glorieta lo estaba esperando y no las tenía todas consigo. En los tendidos había de todo, los que guardaban esperanzas de ver toreo y los que ya las habían perdido todas después de lo del viernes. ‘Corchoso’ fue el primer toro en salir al ruedo, de Garcigrande, el primero en tomar los dos puyazos reglamentarios en una corrida concurso a cargo del varilarguero salmantino Ángel Rivas. Más otro donde no se le marcó.
Esta vez el de La Puebla cumplió ante un astado con mejor pitón derecho, clase, mucha continuidad y repetición, en una faena que se vio obligado a realizar casi al completo en tablas por el aire. El cambio de mano fue con quejío. Pinchó y fue ovacionado él y ‘Corchoso’.
El detalle de la tarde fue el saludo capotero de Morante en el cuarto de la tarde, toreó con medio capote y un templé de los de “madre mía”. El galleo del bú lo revivió hoy Morante en La Glorieta, una suerte de capote en desuso en el toreo moderno que practicaba con habitualidad Joselito El Gallo. El caballo montado por Aurelio Cruz fue derribado porque el toro sorprendió al picador y este no le puso el palo cuando se produjo el topetazo.
Con este cuarto de Olga Jiménez, con calidad pero mansito, Morante, mientras pudo, fue muy fiel a su estilo, toreo puro, añejo y con un ‘duende’ despierto, importante en una faena del maestro. El toro se fue a tablas de forma escandalosa y MdlP le dio muerte fácil. Paseó una vuelta al ruedo que le supo a gloria. Faena gallista.
Pero esta tarde no toreaba solo Morante, también lo hacía Alejandro Talavante, otro ‘maestro de maestros’, un ídolo en tiempos de ‘turbulencias’ taurinas, a quien lo impostado le genera rechazo y es que el extremeño es transparente como el agua misma, dentro y fuera de los ruedos, y si algo no es Talavante vestido de torero es impostor. Hacía el paseíllo en La Glorieta atesorando el último premio concedido a la mejor faena de la Feria Taurina Virgen de la Vega, un trofeo que obtuvo con todas las de la ley porque estuvo supremo frente a 'Querido' de Garcigrande hace un año, aunque esta vez no se corrió con la misma suerte.
El toro de La Ventana del Puerto se desplazó bien en el capote de Alejandro, marcando ya un pitón izquierdo con un toque especial, lástima que por ahí no lo pudo apretar mucho el extremeño. Por el derecho también tuvo cualidades. El quite por verónicas con una serpentina de remate no le salió muy lúcido a Talavante, que tuvo réplica de Borja Jiménez por Chicuelo. Ejecutó muy bien la suerte y dejó un segundo buen puyazo Manuel Cid (el primero no valió porque el toro fue corrido). No quiso brindar el extremeño una obra, que se alargó y vio el primer aviso de la tarde, en la que primó la paciencia, ante un ‘Resistenoches’ con mucha nobleza, que tuvo mejor embroque que final, pero que se desgastó demasiado pronto, sirviéndole mucho al torero, sobre todo como un ejercicio de confianza.
‘Esaborío’, el segundo de la Casa Matilla, del hierro de García Jiménez se lesionó en el ruedo tras la primera toma de contacto con el percal. Salió en su lugar otro pupilo de Justo Hernández, de nombre, ‘Trapero’. Este quinto ‘bis’ era una pintura de cara, pero de comportamiento no se pudo decir lo mismo. Miguel Ángel Muñoz se encargó de “picar” a este toro que derribó al caballo de nuevo por una mala colocación del varilarguero. Otro descuido de los que no se deben de tener en un tramo donde la corrida concurso ya no lo era, con toros puestos de cualquier manera al caballo y sin picar. La tónica de la faena fue la media altura porque así lo marcó ‘Trapero’, al que Alejandro buscó siempre lucir, haciéndole las cosas para él, aunque con un “pero” que le fue pitado por los tendidos, el pico con la zurda en una serie. Las bernardina con el pase cambiado fueron, en cambio, jaleadas. Oreja.
Borja Jiménez salió en tercer y sexto lugar de la tarde. Un torero de los emergentes, revelación en las últimas temporadas. Un león que sale a la plaza a rugir, importándole poco si torea con dos de los más maestros de la actualidad.
Vicente González midió un primer puyazo en la primera raya. En el segundo, la intención era dejarlo desde los medios, pero el toro se descolocó y nadie, ni en el matador ni su cuadrilla fue capaz de colocar al toro en su sitio porque ¡oiga esto es una corrida concurso! Tras brindar a su apoderado, el matador de toros Julián Guerra plasmó el sevillano una faena que fue construyendo ante un ‘Mijero’ de Domingo Hernández que fue el más feo y basto del encierro, que tardó en colocarse para embestir, quiso galopar y por ello faltó el ritmo. Jiménez lo fue haciendo, consiguiendo una embestida limpia por momentos, pero faltó transmisión y más conexión entre ellos por el comportamiento del animal. Falló con los aceros y perdió el trofeo. El toro fue aplaudido en el arrastre. Palmas que también recogió el diestro.
Borja le tragó al mirón de Carmen Lorenzo en el primer encuentro con el percal. Este ‘Caracola’ fue el más alto y de más caja del encierro al que picó Tito Sandoval, el otro varilarguero de la tierra. Ambos puyazos fueron con el toro corrido. Otro al que no se le colocó bien en suerte. El brindis fue para el público y fue muy bien acogido porque fue el único de la tarde. Hizo el péndulo en el inicio de faena y le cantó un aficionado a la par que se coreaban los “olés” en los tendidos. El resto de la faena gustó mucho al público, pero Borja no apretó por abajo al toro, aunque estuvo dispuesto y fue inteligente porque aprovechó la inercia para dar vistosidad a una faena en la que faltó rotundidad. Oreja tras aviso.
Al final de la tarde se entregaron los trofeos de la corrida concurso, que no lo fue si nos atenemos al conjunto de lo visto en la suerte de varas. 'Corchoso' fue designado el "toro más bravo" de la feria de Garcigrande, junto con Ángel Rivas al mejor picador (a las órdenes de Morante) y Javier Ambel a la mejor brega (a las órdenes de Talavante).
A través del siguiente enlace pueden acceder al 'toro a toro' contado en directo en La Glorieta.
También te puede interesar
Lo último