De un alumbrado deficiente al espectáculo de luces actual: cómo ha cambiado la celebración de Navidad en Salamanca
La Cabalgata salía de la puerta Zamora exenta de caramelos, la Lotería se seguía por la radio, las piezas de caza menor predominaban en las cenas familiares...: así se vivía la tradición navideña hace cien años en la ciudad
Los elementos navideños que adornan Salamanca cobrarán vida este jueves a las 18:30 horas. El árbol que preside la Plaza Mayor captará todas las miradas con sus cambios de color, el Huerto de Calixto y Melibea se inundará de magia y el tiovivo volverá a girar en la plaza de Anaya. Los charros estamos acostumbrados a ver engalanada nuestra ciudad en Navidades, pero ¿lucía igual hace ciez años? ¿Cómo vívian nuestros antepadados estas fiestas?
El ostentoso alumbrado actual difiere enormemente del existente entre finales de 1925 y principios de 1926. "En pocas capitales es tan deficiente como en Salamanca. Realmente, sino fuera por las luces de los comercios y de sus escaparates, la Plaza Mayor y las calles principales permanecerían casi a oscuras", recogía El Adelanto del 5 de enero. La antiguedad de la instalación, la poca potencia de las lámparas existentes y "las distancias excesivas" entre ellas explicaban esta problemática.
Aunque el alumbrado fuera deficiente, la decoración navideña se podía observar en varios puntos de la ciudad, como en los comercios o puestos del Mercado Central. Famoso también era el árbol de Navidad del Centro Obrero de Damas, que obtenía donativos de los ciudadanos charros.
"Salamanca, la infortunada"
El Gordo de la Lotería de Navidad tan solo ha tocado en cinco ocasiones (2012, 2018, 2019, 2020 y 2023) en Salamanca pese a que los charros han buscado congraciarse con la diosa Fortuna desde principios del siglo XIX. Por entonces, no había televisores por los que seguir el sorteo. La forma más habitual de conocer los boletos agraciados era a través de la radio. "Como los aparatos de radiotelefonía son legión en nuestra ciudad, numerosas familias y radioescuchas estuvieron entregados, durante toda la mañana, a escuchar premios y números".
La prensa también se hacía eco de los boletos agraciados gracias a sus fuentes. "Desde las primeras horas de la mañana de ayer, hasta las últimas horas de la tarde, el teléfono y el telégrafo nos fueron transmitiendo a la redacción los números y premios", reconocían los periodistas de El Adelanto de Salamanca en un artículo publicado el 23 de diciembre 1925. El décimo premiado con 15.000.000 pesetas (90.515,81 euros) fue el 11.519, expedido en la capital madrileña.
"Lo que se ha comido estos días en Salamanca"
Sentarse alrededor de una mesa para celebrar las fiestas navideñas con la familia es una tradición muy arraigada en la provincia. La esencia no ha cambiado, pero sí los alimentos que se comparten. Si en la actualidad predominan el cordero y el tostón, antaño lo hacían las piezas de caza menor: "Han entrado en Salamanca 1.344 pavos, 152 capones, seis faisanes, 3.276 gallos y pollos, 91 perdices, 225 palomas, 527 conejos y 151 liebres". Estos se acompañaban de quesos como el roquefort, aceitunas manzanilla y/o champán. De postre, el turrón se alzaba como el gran protagonista, pero también había hueco para pasas, mantecados de Astorga, pasteles de gloria, peladillas de Alcoy, piñones o frutas glaseadas.
En la noche de Navidad, tras la cena, muchos salmantinos ponían rumbo a alguna de las iglesias de la ciudad para asistir a la Misa del Gallo. "Donde mayor concurrencia de creyentes se congregó fue en la Catedral. La devoción fue radical y no se denotó ninún incidente", reza El Adelanto del 26 de diciembre de 1925. El temporal respetó la celebración canónica. Atrás quedaban los momentos de angustia vividos en los días previos, como la inundación de la Aldehuela que obligón a rescatar a 30 personas: "Se encontraban en el baldío circundadas por el agua y ante este peligro no cesaban de pedir auxilio. El río ofrecía un aspecto imponentísimo, y era muy arriesgado el intento de cruzarlo".
La celebración de las fiestas continuaba hasta dar la bienvenida al Año Nuevo, momento de recapitular los hechos más relevantes del anterior. El Adelanto destacó el fuego de la Casa de Correos o la faena de Antonio Márquez en su número del 1 de enero de 1926 al tiempo que animaba a sus lectores a coger "un libro bello para glosarlo y comentarlo" a su antojo. Por delante, 365 días en los que vivir nuevas experiencias y atesorar recuerdos únicos.
"La fiesta de los niños"
"Verdaderos ejércitos de chicos desfilaron por las calles con latas, esquilas, tambores y trompetas esperando a los Reyes Magos". La ilusión de los más pequeños por ver a Melchor, Gaspar y Baltasar recorriendo el centro de Salamanca se mantiene intacta cien años después, aunque ya no hay instrumentos entre el público para dar la bienvenida a sus majestades. Los espectadores prefieren tener las manos libres para coger el máximo número de caramelos, práctica que se introdujo en España a mediados del siglo XX.
La cabalgata salía a las 5 de la tarde de la puerta Zamora y continuaba por la Plaza Mayor y la Rúa hasta finalizar en la plaza de San Isidro, donde estaba el Círculo de Obreros, organizador del desfile. Los heraldos de los Reyes Magos, antorchas en mano, encabezaban la comitiva. Les seguían sus majestades a caballo y remolques llenos de juguetes que entregar a los más desfavorecidos, tal y como relata Laura Rivas Arranz en su blog.
Los niños con menos recursos también acudían a los almacenes de los señores Paradinas -en la actual plaza del Ángel-, donde se formaban colas. "Según costumbre simpática de la casa, regaló centenares de muñecas, tambores, etc", relata El Adelanto del 6 de enero de 1926. Un día después, durante "una sencilla velada" en la que se leyó poesía y se proyectaron películas de 'Pathe Bay', los hijos de los obreros recibieron juguetes en el teatro Liceo.
La compra de juguetes comenzaba en Nochebuena -lejos quedaban las rebajas del 'Black Friday'- y se intensificaba notablemente el día previo a la llegada de los Reyes Magos. "Los bazares y comercios se vieron abarrotados de peticionarios. Realmente formaba la cola el público, llegando al final de la calle. Cerca de 5.000 operaciones se hicieron en el bazar del señor Rodríguez López -en la Plaza Mayor-, y si decimos que por él desfilaron de ocho a nueve mil personas, no exageramos en la cifra", señala la ya citada publicación local.
También te puede interesar