La retirada de una colonia degatos que merodeaban por la huerta del convento de las MadresBenedictinas de Alba y su destino, ha generado los momentos máspolémicos del pleno ordinario de noviembre que comenzó con un minuto de silencio en memoria de las víctimas de violencia de género.
Una 'desaparición' de más de unadecenas de mininos que ya ha sido denunciada ante el Seprona por laAsociación Salmantina Protectora de Animales y Plantas, ASPA, por"capturas indiscriminadas, crueldad en las capturas y por el destinodesconocido de los gatos". Ha sido en elapartado de preguntas cuando el concejal socialista, Miguel Ángel Hernández, hapreguntado a la alcaldesa, Conchi Miguélez, por qué ese trabajo deretirada de los gatos de la zona -más de una decena, que eran alimentados porlos vecinos- se ha adjudicado a una empresa con la que trabaja habitualmenteel Ayuntamiento en labores como la desratización, y no lo ha realizado la protectora.
Asimismo, hapreguntado tanto por el destino final de estos gatos como por elcumplimiento de la Ley de Protección Animal de la Junta de Castilla y León queestablece que deben ser tutelados por el Ayuntamiento, una vez recogidos, porsi fueran reclamados por alguien.
La alcaldesa,que respondió a medias y no aclaró dónde se encontraban,explicó que habían sido capturados mediante jaulasy trasladados a una clínica veterinaria para la lectura del chip, en elcaso de que contaran con él, y su esterilización o castración. Un vezcastrados o esterilizados, Conchi Miguélez aseguró que "se soltarán, sehan soltado ya muchos". Sin embargo, no especificó dónde seencontraban, aunque aseguró que "no se han eliminado".
Miguélez -que hizoalusión a los insultos recibidos hacia ella y su familia en redes socialespor este asunto- ha defendido su retirada por losproblemas de salubridad y desperfectos que ocasionaban a las viviendas de lacomunidad. ElPP defendió la retirada de los animales de esta zona porque se han convertido"en una plaga, no se puede echar de comer en la calle, no se puedenfomentar las plagas".