Aldeadávila de la Ribera despide sus tradicionales encierros a caballo mimando a los Valrubio en su manejo hasta la plaza
Los caballistas han gozado de un paseo con la manada unida, embueyada y conducida a paso lento con el mando de los jinetes desde el Rocoso hasta la plaza
Aldeadávila de la Ribera ha puesto en la mañana de este jueves 28 de agosto fin a sus tradicionales encierros a caballos, que desde primera hora de la mañana gozan de un tremendo atractivo con el apartado de las reses en el prao del Rocoso.
En esta ocasión, al tratarse del último encierro en el apartado realmente no había que hacer más que sacar a las reses hermanadas con los mansos del recinto y conducirlas hasta la plaza de toros por el recorrido. Y así es como lo han hecho los jinetes de Tauro Tormes, que finalizan cuatro intensos días en los que pese al percance ocurrido el día del hierro de Valdeflores, que fue el encierro más complicado, el resto de los días los jinetes han realizado un gran trabajo, conduciendo a paso lento a los bravos hasta la plaza durante todos los días.
Un gozoso paseo en el que los astados han ido hermanados a los bueyes y con el mando de los caballistas por delante, abriendo paso y conduciendo a la manada, haciendo que este también haya sido un placentero paseo para los aficionados que los acompañan a pie cada mañana.
En este caso, los novillos serán lidiados Álvaro Rojo de la Escuela Taurina de Salamanca y Samuel Castrejón de la Escuela de Madrid.
Al finalizar el encierro ha tenido lugar otro encierro pero infantil con los mini bueyes de Tauro Tormes, donde los más pequeños han podido acariciarlos y hacerse fotos, además de conocer a 'Mariano' un cariñoso poni que ha causado fervor entre los asistentes.
A las 23:00 horas tendrá lugar el entierro de la sardina, donde se entonará el "pobre de mí" que simboliza la nueva cuenta atrás a la espera de las próximas fiestas.
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