Las 'Llaves de la ciudad' abren la espadaña de la iglesia de San Martín para ofrecer unas vistas inéditas de Salamanca
El programa regresa este sábado con la inclusión de nuevos espacios hasta sumar un total de 26
Abrir espacios culturales para "democratizar su acceso" y acercar el patrimonio artístico menos visible de la capital a los salmantinos. Es lo que propone 'Las llaves de la ciudad', el programa turístico que llega este sábado con su XVII edición y que incorpora importantes novedades. De los 18 espacios visitables en ediciones anteriores se pasa a 26, destacando la inclusión del Cementerio de San Carlos Borromeo, el Centro Internacional del Español, el Museo del Comercio y la Industria, la Fonda Veracruz y la Iglesia de San Martín.
El templo románico ofrece dos posibilidades dentro del programa: una visita teatralizada y ascender a la espadaña, desde donde se pueden divisar la Clerecía, la Catedral y la plaza del Poeta Iglesias. Esta panorámica de Salamanca ha permanecido 'oculta' hasta ahora a la población charra, que tendrá la oportunidad de disfrutarla todos sábados de 2025 -salvo el 27 de diciembre- en cuatro franjas horarias (12:00, 12:30, 13:00 y 13:30 horas).
"Es una iglesia rodeada por la ciudad", señala Antonio Matilla, que se refiere a ella como el templo de la Plaza Mayor o del Ayuntamiento. Data del siglo XII y es la más antigua de Salamanca. En el XIX, "como no había un duro", los párrocos cedieron a los comerciantes "terrenos para tener almaceces pegados" al edificio. A día de hoy, se han transformado en pisos turísticos.
El acceso a la espadaña también permite conocer el tejado del templo. "Se arregló hace unos cincuenta años, pero hacía falta una obra más importante. Tuvieron que recentrar los pesos, que caían fuera del centro de gravedad, con gatos hidraúlicos guiados por ordenador", añade el deán de la Catedral de Salamanca, que nos señala una pilastra 'grapada' tras sufrir esa descompensación y uno de los cuatro 'Jinetes del Apocalipsis': el terremoto de Lisboa.
La parte superior está bordeada por una red para proteger a la iglesia "de su mayor enemigo": las palomas. Esto 'incomodará' a aquellos visitantes que quieran fotografiar la nueva panorámica de Salamanca que se abre ante sus ojos, pero se trata de un elemento necesario para la conservación de la construcción. A un lateral se observan igualmente unas escalares que conducen a la bóveda, pero se desconoce si su acceso estará permitido durante la visita.
Quienes prefieran conocer la historia de San Martín pueden elegir la visita teatrizada los sábados a las 12:00 o a las 13:00 horas. Esta promete descubrir "qué escritor salmantino fue sacerdote en este templo". Preguntamos a Matilla por la posibilidad y nos da un nombre: el de Torres Villarroel. Se ordenó a los 52 años, pero ya se le había concedido una capellanía en la misma parroquia por instigación de su padre. Su compañero Jesús, por su parte, se decanta por Luis Yáñez, cuyo sepulcro se conserva en el interior junto a los de Bernardo de Carpio y la familia Santiesteban: "Contribuyeron mucho a construir la iglesia y eran los dueños de la ciudad".
Más allá de esta anécdota, gran parte de la historia de San Martín "depende del lugar en el que está construido y de los arquitectos que trabajaron aquí, que no eran los mejores de la época", afirma el deán. El suelo era inestable, a diferencia del de la Catedral, de roca. "A medida que subía la construcción se iba abriendo. En el románico no andaban con historias y metían más piedra para proteger". La curvatura resultante aún es visible. "Amenazó ruina en el siglo XVII. Tuvieron que derrivar la nave central y la hicieron más alta y menos pesada, con ladrillo", añade en relación a la obra acometida por Andrés García de Quiñones en el XVIII.
Un siglo más tarde, en el XIX, San Martín adquirió su actual retablo. El original, del XVI, se quemó en un incendio. Era similar al que existe en la iglesia de Encinas de Abajo. En su lugar se colocó el del templo de San Sebastián por tener las medidas perfectas. Es de madera y está desprovisto del tono dorado que caracteriza a las estructuras colocadas tras el altar. "Los retablos se hacen, después se esperan 70 años hasta que se asientan y se doran, pero a este pobre, antes de que pasara ese tiempo, lo trajeron para acá y así se quedó". Lejos de perder valor, le confiere una belleza particular.
Al otro extremo de la construcción, junto al acceso desde la calle Quintana, se exponen algunos tesoros: desde la bula de fundación de la Cofradía Sacramental de San Martín, que data del 29 de julio de 1561, al baldaquino de plata que se sacaba en procesión durante el Corpus. Todo ello ocupa el lugar originario de la pila bautismal, trasladada a otro rincón. "En todas las iglesias los bautizos se hacían a la entrada. Los bautizados y los difuntos entraban por la misma puerta", explica Jesús. Algunas como la de San Sebastián o la de San Pablo aún conservan el baptisterio a la derecha de sus puertas principales.
Otras novedades en 'Las llaves de la ciudad'
Ecos de una ciudad en el cementerio de Salamanca
El Cementerio de San Carlos Borromeo se ha reivindicado este mes de octubre como el valioso conjunto monumental que es. El pasado día 5 comenzaron las visitas guiadas 'Ecos de una ciudad' para que los salmantinos exploren la visión cultural y artística del culto a la muerte y, a partir de este sábado, el camposanto se integra en el programa 'Las llaves de la ciudad'.
Durante la visita se descubren las zonas y panteones más destacados, como el de La Corneja. "Es un totum revolutum de un montón de estilos", mantiene el guía, el arqueólogo Juan. El mausoleo imita a una iglesia románica y constituye, sin duda, la joya de la corona del cementerio. También se pasea por delante de tumbas de personajes ilustres como Miguel de Unamuno y Pedro Dorado Montero, enterrado en el área civil tras tener una "agria" polémica con el obispo Padre Cámara.
Homenaje a Carmen Martín Gaite en el Centro Internacional del Español
En el año de Carmen Martín Gaite no podía faltar una propuesta relacionada con la escritora. El Centro Internacional del Español descubre su faceta más atrevida en la exposición 'Caperucita y otros cuentos', dividida en dos instalaciones inmersivas a ambos lados de la cámara acorazada que conserva el arhivo de la salmantina. "El resultado es un relato coral que sitúa su obra en un territorio intersticial entre la literatura expandida, las artes visuales y el arte sonoro", señaló Javier Panera, director del Servicio de Actividades Culturales de la USAL, durante la presentación.
La primera instalación, denominada 'Visión de Nueva York. Audioscape #7' está conformada por ocho collages realizados por Carmen Martín Gaite durante su estancia como profesora en Columbia University. La segunda, titulada '¡Miranfú' y otras farfanías sonoras', reinterpreta la obra 'Caperucita en Manhattan' a través de trece dibujos de la autora ampliados al formato mural. Estos se entremezclan con fragmentos textuales y un audio-poema de Guillermo Coni Molina y Elena P. Cuesta.
El Museo del Comercio y la Industria y la Fonda Veracruz
El Museo del Comercio se incorpora a 'Las llaves de la ciudad' con un recorrido didáctico e interactivo que repasa los momentos clave en la historia y el comercio de la capital del Tormes y un taller de exlibris con carvado de sellos. La Fonda Veracruz, por su parte, forma parte del recorrido teatralizado 'Monumenta Salmanticae'. La reserva para estas actividades y las anteriores se puede realizar en la web Salamanca y más (https://salamancaymas.es/las-llaves-de-la-ciudad/).
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