Hace poco más de seis meses, los salmantinos vivían una pequeña buena noticia en un año bastante complicado. Con ocho años de retraso y todavía a medio hacer, Sacyl estrenaba el Nuevo Hospital Clínico de Salamanca. Eso sí, lo hacían con más prisa que pausa y con apenas dos servicios funcionando -además de la cocina-: Oncología Radioterápica y Rehabilitación, ambas en el Sótano 1.
Pese a que las expectativas de Sacyl era que “en las próximas semanas” se pudieran abrir “el resto de los servicios centrales”, como Farmacia externos, Esterilización, Anatomía Patológica y Medicina Nuclear, así como el Hospital de Día Onco-Hematológico, lo cierto es que no ha sido hasta este mes de junio cuando han comenzado a funcionar el Servicio de Rayos, aunque todavía en pruebas, y, desde este mismo lunes, Farmacia.
Entre medias, el Nuevo Hospital también ha ido acumulando diversos problemas. Por ejemplo, el PSOE ha indicado que el edificio acumula “múltiples desperfectos” pese a que todavía no se ha inaugurado -algo negado vehementemente por Sacyl-; o, la última, la queja de numerosos pacientes que acuden al Servicio de Rehabilitación y que, como lamentan, tienen que dar un “vergonzoso rodeo” para poder acceder al mismo.
SALAMANCA24HORAS ha podido hablar con varios de estos pacientes que, prácticamente a diario, tienen que acudir al Servicio de Rehabilitación. Y sus quejas van todas en la misma dirección: que, para acceder al Nuevo Hospital, tienen dos opciones, y ninguna de ellas es la más adecuada “para alguien que tiene problemas de movilidad”.
Primera opción: bajar por unas escaleras “por las que cualquier día nos vamos a caer”
El primer problema que tienen todos los que no acuden en coche al Rehabilitación es el llegar hasta la puerta del Nuevo Hospital. Como todavía su entrada por el paseo de San Vicente no está habilitada, tienen que hacerlo por el paseo de la Transición Española. Y como recuerdan, ya ha habido quejas porque no hay una parada de autobús hasta la propia puerta del centro hospitalario. Aunque el Ayuntamiento ya habilitado otra más cercana, siguen teniendo que recorrer a pie unos 200 metros “que a veces se hacen interminables”.
Ya no solo por el paseo y los problemas que pueden llegar a tener, sino porque durante estos días de atrás les ha tocado caminar bajo la lluvia, y ahora les toca bajo el incesante calor, lo que no termina de ser plato de buen gusto para nadie. Así, se preguntan por qué no habilitan la puerta del paseo de San Vicente y un ascensor para poder acudir a Rehabilitación de manera directa.
Una vez han recorrido ese camino, se enfrentan a otra dificultad si quieren acudir por el camino ‘rápido’, y es que estos pacientes han de bajar por unas escaleras un tanto empinadas y por las que muchos creen que “cualquier día nos vamos a caer”. Ya no tanto por la dificultad de bajarlas -o subirlas- en sí, puesto que es algo que cualquier adulto podría realizar sin problema, sino porque como insisten “la mayoría de los que venimos aquí tenemos problemas de movilidad, y no es sencillo subir y bajar escaleras”.
Segunda opción: dar un rodeo “vergonzoso” para llegar
Si no se puede -o no se desea- bajar esas escaleras, la otra opción que tienen los pacientes que llegan a pie al Nuevo Hospital es dar un rodeo que tildan de “vergonzoso”. Y es que deben recorrer gran parte del paseo de la Transición Española para salvar el desnivel y después ya dirigirse a Rehabilitación.
Un tramo que una persona sana puede tardar en hacer unos cinco minutos pero, como vuelven a insistir, “nosotros tenemos problemas para movernos, así que tardamos bastante más”, recalcando que hacerlo a media mañana, en pleno verano, puede suponer un peligro para su salud.
Otra opción que podrían llegar a tener todos estos pacientes es acudir en coche, pero tampoco hay un aparcamiento cerca del Nuevo Hospital. El más próximo es el del hospital Virgen de la Vega, por lo que el camino que tendrían que hacer hasta Rehabilitación sería aún mayor que si acuden en autobús.
Si alguien les lleva, que es otra práctica habitual, apenas pueden estacionar 10 minutos en la puerta del Nuevo Hospital. Algo que ven “lógico, porque si no todo el mundo aparcaría ahí”, pero que les supone un problema ya no al llegar, sino a la hora de que les recojan, porque “aunque más o menos sabemos a la hora que vamos a terminar la sesión, a veces se demora, porque no es un tiempo exacto”. Por lo tanto, tienen que avisar a la persona que les acompañan cuando han finalizado en Rehabilitación y, en los que llega, les esperan fuera. Pero les toca hacerlo “de pie y al sol”.
En definitiva, lo que piden todos estos pacientes es una solución “lo antes posible” para evitar que sigan teniendo que acudir por donde lo hacen ahora a Rehabilitación. Si bien saben que, cuando el Nuevo Hospital abra sus puertas por completo ya no tendrán estas dificultades, lo cierto es que desconocen cuál será esa fecha “porque ya hemos visto los innumerables retrasos que viene habiendo todos estos años”.
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