Sanitarios y docentes de Salamanca, unidos por nuevos estatutos y mejoras en las condiciones laborales
Las protestas médicas del viernes, 3 de octubre, las futuras de técnicos superiores sanitarios o las peticiones de los profesionales de la educación, podrían abrir nuevos espacios en las leyes actuales
Desde hace meses, incluso años, las protestas del personal sanitario y docente han puesto en alerta todo el bienestar de España, exponiendo, directamente, al Gobierno de España, que se logren realizar nuevos estatutos o mejorar los ya existentes y así tener un beneficio tanto en los propios trabajadores públicos, como a las personas a las que se les presta este servicio.
El pasado viernes, 3 de octubre, los médicos de la capital del Tormes y de la provincia se manifestaban en los centros sanitarios de Salamanca en pro de buscar nuevas mejoras laborales, indicando a SALAMANCA24HORAS que se perseguía la realización de un nuevo estatuto propio, y así evitar que estuvieran en el mismo grupo que otros trabajadores sanitarios con menos años de formación.
Ángel Bajo, presidente de CESM, sindicato que llamó a la movilización, expuso que “somos los capitanes de la Sanidad”, indicando de manera clara que se merecía dar toda una vuelta a las legislación actual que rige el trabajo de los propios médicos.
En la propia movilización, Bajo ya indico que "de más de 30 quirófanos programados, solo están funcionando cuatro. Las consultas de muchos servicios están completamente paralizadas”, mostrando la repercusión que tienen los propios médicos.
Por otro lado, también se pedía que, de forma obligatoria, se adoptaran medidas en cuanto a las horas semanales que podía trabajar cada médico, en lo que se pedían “35 horas o incluso 37,5 horas, como todos los trabajadores”, además de una remuneración en las horas que se hicieran de guardia ya que “se pagan a la mitad de las normales”.
Del mismo modo, cabe destacar que la sanidad y cada uno de los trabajadores están enmarcados en diferentes grupos, ya sea A, B o C. En el caso de los médicos, ante la subida de las enfermeras al A1, han expresado que “estudiamos durante seis años, más otros cuatro o cinco de especialidad, y nos quieren equiparar en el mismo grupo a enfermeros y médicos, por lo que pedimos que se haga un nuevo grupo. Si a los demás les suben de estatus, a nosotros también”.
Para no desviarnos de la Sanidad, aparecen otras figuras dentro de los profesionales de la salud, que también son esenciales para el funcionamiento de los hospitales y los centros de salud, los TSS, técnicos superiores sanitarios. Desde hace meses, se han movilizado a las puertas de los diferentes edificios sanitarios para pedir que se regule adecuadamente la profesión ante unos trabajadores que realizan pruebas diagnósticas, preparan y analizan muestras, obtienen imágenes médicas, aplican determinados tratamientos técnicos o que colaboraN en el apoyo asistencial al paciente, trabajos esenciales en el día a día.
La Asociación Española de Técnicos de Laboratorio ya ha avisado de que se han convocado huelgas en el sector los próximos 30 y 31 de octubre, y los 3 y 4 de noviembre, y “lograr paralizar la Sanidad demostrando que somos importantes”.
Asimismo, también han pedido que haya una correcta reclasificación en el grupo B y que el Ministerio se siente a negociar en el Estatuto Marco unas correctas condiciones y revisen cada uno de los puntos del Anteproyecto presentado.
Hasta este punto, entran en el juego otros funcionarios, los de la Educación salmantina y nacional. El pasado 23 de septiembre anunciaban el acuerdo en algunos de los objetivos perseguidos durante años, como retribuciones por sexenios, aumento en la cuantía en el kilometraje o disminución de las horas lectivas. Así se firmaba entre sindicatos y consejería estas nuevas condiciones.
A pesar de ello, CSIF pidió a la Junta de Castilla y León que convocara a la mesa de negociación, además de reclamar avances en la carrera profesional, indicando que “los empleados públicos no pueden volver a ser los grandes olvidados de la legislatura", y ha reclamado "voluntad política”.
Entre las exigencias que han pedido se encuentran convocar una reunión donde se mejoren las condiciones laborales e impulsar el grado 4 de la carrera profesional a través de una convocatoria extraordinaria.
La próximas medidas que se pedirán de cara a realizar un Estatuto Docente que beneficie a los trabajadores serán: un pacto educativo que aleje a la Educación de vaivenes políticos y ofrezca estabilidad al sistema, mejora de la inversión educativa, que alcance el 7 por ciento del PIB, en línea con la media europea, aumento de retribuciones del profesorado, recuperación del poder adquisitivo perdido (un 20% en la última década), subida de niveles y adaptación de los cuerpos docentes., reducción de ratios y horario lectivo, modernización de los sistemas de acceso a la oposición docente, normativa educativa a partir de criterios profesionales y pedagógicos que mejore la calidad de la educación, y acceso a la universidad con prueba única para todo el territorio.
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