Las abejas, en 'jaque mate' si desaparece la ayuda destinada a su alimentación: “Es obligatoria para la supervivencia de la colmena”

Santiago Canete, presidente de Reina Kilama advierte que "sería un gran palo para el sector si la alimentación no entra a formar parte de esa ayuda", cuando "el 30% del gasto de la ayuda que se da a la apicultura se va para la alimentación"

Colmenas de abejas. Foto EP
Colmenas de abejas. Foto EP

En las últimas semanas, el sector de la apicultura se ha visto envuelto en un nuevo debate que Santiago Canete, presidente de la cooperativa Reina Kilama, señala como “una gran confusión”, a la vez que explica el motivo por el que han saltado “todas las alarmas” después de un comunicado de la organización agraria COAG, que advertía de que “el Ministerio pretende dejar de subvencionar la alimentación suplementaria de las abejas”.

Canete explica que “hemos tenido una reunión con Fernando Miranda, secretario general de Recursos Agrarios y Seguridad Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y Ana Rodríguez, la nueva directora general de Producciones y Mercados Agrarios, donde la Intervención Sectorial Apícola (ISA) presentada en España fue aprobada como se venía haciendo con las subvenciones como la alimentación de las colmenas”. Acto seguido indica que el “problema, y de ahí la confusión, ha sido posterior a la ISA, ya que salió un reglamento delegado 2022/26, que es el que impide subvencionar la cera, la alimentación, los equipos de protección individual, gastos de envío y recogida de muestras. Debido a esto se creó un grupo de trabajo en el Ministerio, en el que estoy yo, donde hemos tenido ya alguna reunión para ver cómo podemos introducir la alimentación, ya que solo el 30% del gasto de la ayuda que se da a la apicultura se va para la alimentación”. Y confiesa que “sería un gran palo para el sector si la alimentación no entra a formar parte de esa ayuda”. Además, añade que “si solo se subvencionan los tratamientos y la trashumancia sería una ayuda que no serviría para nada”.

Abejas. Foto EP
Abejas. Foto EP

También asegura que “con este grupo de trabajo estamos intentado elaborar un informe para enviar a Bruselas haciendo ver claramente cómo es la apicultura actual, que por el cambio climático y el tema sanitario ha cambiado totalmente, igual que la alimentación”.

En el caso de la alimentación advierte que desde Bruselas dicen que “no sería subvencionable” porque lo ven como “un hábito de estimulación para sacar una producción”, pero lejos de eso Santiago Canete subraya que “se tienen que dar cuenta de que alimentación en la apicultura ya no es como antes, requiere de un suplemento que es una cosa obligatoria para la supervivencia de la colmena y de la abeja, que consiste en alimentos proteicos y energéticos como vitaminas y proteínas”.

Afectación del cambio climático y la sanidad

Canete informa de que el cambio climático y la sanidad “ha hecho cambiar el sistema de producción totalmente. Ahora, una vez que finaliza la campaña en septiembre, que es cuando acabamos con las mieles de verano, de encina y de roble, hay que empezar a alimentar a las abejas. Por otro lado, están los tratamientos sanitarios, que no son solo con productos químicos, la varroa se ha inmunizado y hay que complementar con otros sistemas integrales con ausencia de cría, hay que retirarlas, enjaular a las reinas… y es que como no estés alimentando a la colmena se muere”.

Este año en concreto explica que “en nuestro caso que somos trashumantes y las colonias de Salamanca están en Extremadura y Andalucía, la campaña se ha adelantado al mes de marzo”.  Así, añade que “la campaña este año empezó bien porque el campo venía muy bueno, había llovido y había mucha humedad y, por tanto, menos mortandad que el año pasado.

Abejas muertas. Foto Alejandro Llop   Greenpeace EP
Abejas muertas. Foto Alejandro Llop - Greenpeace | EP

También se han hecho más enjambres, pero el problema lo estamos teniendo ahora con el cambio del tiempo, el frío y el aire, que está paralizando a las colmenas pese a que la floración está estupenda, sobre todo del norte, en Salamanca, Zamora, León, Burgos o Soria”. Es por ello por lo que lamenta que “si no cambia el tiempo pronto, estamos perdidos”.

El peligro de las especies invasoras exóticas  

A las graves pérdidas que arrastra el sector apícola en España en las últimas tres campañas, existen otras problemáticas que reducen las cosechas de la miel. Entre ellas están las especies invasoras exóticas, que tal y como apunta Canete “van creciendo cada vez más”. La avispa asiática es una de estas especies que más castiga a las abejas, aunque “en Salamanca no tenemos grandes ataques todavía de vespa velutina, pero va habiendo más”.

Los apicultores y las abejas tienen también otros enemigos, que “es el que más daño hace ahora”. Hablamos del abejaruco, que según avisa Canete “nos pega unas batidas tremendas. El problema de estas especies no solamente es que comen a las abejas, es que cuando más atacan es ahora, en primavera y verano, que nos pilla con las reinas que necesitan salir al campo para poder criar, y cuando salen las reinas nuevas, que deben ser las preferidas, te las matan, pero es que cuando te matan a una reina, te matan a la colmena entera, y encima no se puede hacer nada porque son especies protegidas”.

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Abejaruco. Foto SEO/BIRDLIFE | EP

Otra de las problemáticas a las que tiene que hacer frente el sector de la apicultura es a la figura del veterinario de explotación. En este aspecto, el presidente de Reina Kilama manifiesta que “nos han querido meter porque se hacen por desgracia reglamentos desde Bruselas donde se meten a todos los sectores, cuando las abejas no tienen que ver con otros sectores de ganaderos. En nuestro caso esto supone un incremento de costes que no los podría soportar el apicultor y que tampoco las colmenas tienen enfermedades donde los veterinarios te puedan asesorar, porque nosotros tenemos el problema de la varroa, sabemos que está presente, cómo hay que tratarla, y el veterinario poco nos puede decir, por tanto, es un coste absurdo e innecesario”. Mientras tanto, dice que “hemos logrado aplazar la necesidad del veterinario de explotación hasta mayo de 2025, pero nos tememos lo peor si no se hace pronto un reglamento específico para la apicultura”.

Por último, Canete habla también de que vivir de la crianza y el cuidado de las abejas “no es rentable por los malos años que hemos tenido. No se saca producción porque los productos están cada vez más a la baja, con mayor importación de Ucrania y de China a precios que no podemos combatir. Nuestros precios de producción están sobre 3,50 euros/kilo, mientras los de fuera están a 1,50 o 2 euros. Es algo contra lo que no podemos competir”, lamenta.

Pese a ello, en los últimos 10 años, es en 2024 y 2023 cuando se han registrado el mayor número de explotaciones apícolas, sin autoconsumo, en Salamanca, con un total de 528 explotaciones, aumentando en 15 desde hace cuatro años, tras la pandemia. Comparando las cifras, facilitadas a Salamanca24horas por la Consejería de Agricultura de Castilla y León, las explotaciones han crecido en 75 desde el año 2015.

Continuando con las problemáticas del sector, Canete lamenta, finalmente, que “estamos cumpliendo unas normativas sanitarias con garantías máximas al consumidor y luego vienen de fuera, de otros países, con productos que dudosamente están cumpliendo con nuestras garantías, y desgraciadamente tenemos que convivir con ello”.

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