El pasado 23 de septiembre, mismo día que quebraba la agencia de viajes Thomas Cook, la más antigua del mundo y encargada de unir Salamanca con diversas partes de Europa así como con los archipiélagos de Baleares y Canarias, varios salmantinos comenzaban a reclamar que la británica no era la única agencia que había dejado tirados a sus clientes.
Y es que, desde unos días antes, Viajes Álamo empezó a dejar sin vacaciones y sin el dinero abonado a decenas de clientes, tanto de Salamanca como de otros lugares donde la agencia tenía oficinas -como Valladolid o Plasencia-.
Así, la operadora empezó a anular las reservas alegando “problemas de liquidez” y, como única explicación a los clientes que reclamaron a través de abogados, les dijeron que habían entrado en un “preconcurso de acreedores”.
Pese a ello, la agencia siguió atendiendo a nuevos clientes y cobrando viajes los días posteriores, tal y como aseguran desde el despacho jurídico Álvaro-Torices, encargado de llevar varios casos de los afectados en Valladolid. SALAMANCA24HORAS se ha puesto en contacto con una de las letradas del bufete, quienes confirman que varios clientes se están uniendo en plataformas para reclamar el dinero que les corresponde así como una indemnización por daños y perjuicios.
De hecho, desde el despacho jurídico relatan que los trabajadores no tenían constancia, motivo por el que sus empleados siguieron desarrollando su trabajo como siempre, al menos hasta el momento en el que alguno no recibió el dinero correspondiente a la nómina, que es cuando se han unido a las plataformas de afectados.
Los de Valladolid no son los únicos que se están uniendo. Varios abogados llevan diversos casos en Salamanca y se están uniendo para reclamar todo el dinero que Viajes Álamo, con casi 40 años de antigüedad, ha dejado a deber, y han acudido a las oficinas buscando explicaciones que no han obtenido.
SALAMANCA24HORAS intentó ponerse en contacto con la empresa acudiendo a su sede principal en Salamanca. Sin embargo, a la periodista que acudió la echaron del lugar y le cerraron la puerta en las narices, no obteniendo respuesta. Actualmente, tanto la sede de la avenida de María Auxiliadora como del paseo del Rollo se encuentran cerradas.
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