El Club de Amigos del Perro de Presa de Salamanca se dedica precisamente a ello, a ser amigos de cualquier tipo de raza, sin tener en cuenta su calificación. De hecho, se quejan de la discriminación que ha supuesto la Ley para unos tipos de razas catalogadas como peligrosas y agresivas por naturaleza y que se alimentan con noticias como la que se dio el pasado domingo en Nuevo Naharros.
Reflejan, sin embargo, que este es un hecho aislado que nada tiene que ver con la raza de perro y, ni siquiera, con el propio perro, sino con un dueño irresponsable que ha educado al animal buscando temas inmorales e, incluso, ilegales. “No todo el mundo es apto para tener perros”, comentan, mientras sus perros jugaban tranquilos en el parque de la Chinchibarra.
De hecho, en su caso, se informaron antes de adquirir un perro que, repiten, es totalmente indistinto el tipo del que sea. Y es que cada perro, por sus características, necesita un cuidado diferente. Ahí radica, de hecho, la posterior agresividad que pueda tener el animal, en su educación y cuidado.
Por eso molesta que tengan un trato diferente por parte, incluso, de la sociedad, que mira recelosa y, a veces, realizan comentarios no acordes a una educación que ya se mide por licencias, aunque solo para este tipo de razas que la Ley registra. Que el dueño sea más o menos responsable hace que el perro también lo sea y, para eso, nadie es más peligroso que nadie.
Esto llega al punto de que sus propios perros, todos registrados como ´ppp´, hayan sido atacados por otros de razas no consideradas como tal. “Es importante que la persona sea responsable. Hay que saber lo que se tiene y educarlo. Enseñarle el respeto al hombre para que no ocurran estas desgracias. El perro necesita unos cuidados. No es solo darle de comer”.
“Los perros comen niños” es solo un ejemplo de comentarios que tienen que soportar respecto a sus mascotas, además de otros hechos como retirar a otros perros cuando pasan a su lado. “A veces pensamos que tenemos un asesino y los perros no son responsables de nada. Los comentarios que hay que escuchar son muy desagradables”, afirman.
Cambio de Ley y mejor control
El comienzo de este ´racismo´ surge de una “injusta” Ley que señala a unos y libera a otros a pesar de que, incluso, las estadísticas anuncian que, en porcentaje, los perros más mordedores no se corresponden con ninguna de estas razas. De hecho, según un estudio de la Asociación Americana de Medicina Veterinaria, las razas con más propensión a protagonizar ataques a personas son los pastores alemanes, cocker o collie, entre otros.
Bien es cierto, sin embargo, que los perros más grandes son los que suelen causar mayores daños. Pastores alemanes sería el mejor ejemplo de los anteriores, pero también se encuentran aquí los ´ppp´. El pitbull, de hecho, aparece en los primeros puestos de determinados años y lugares aunque, aplicando las correcciones poblacionales, desaparece del listado.
Así, con estadísticas en mano, el Club pide la derogación de esta Ley “discriminatoria” y que las diferentes administraciones tomen medidas al respecto. Incluso, en muchas ocasiones se sienten perseguidos solo por la raza cuando el problema que pudiera surgir se debe cortar de raíz. “Que utilicen a perros para peleas es un crimen. Tampoco están para proteger fincas. Para eso contrata seguridad.
Los perros son animales de compañía”, aseguran.
Por ello, continúan, “conocer a tu perro es imprescindible”, al igual que se críen en el mejor ambiente posible. En el caso de los cachorros, lo preferible es que en las primeras semanas sea la propia madre quien los eduque y que se persiga a aquellos criadores ilegales que les enseñen a no ser perros, sino otra cosa diferente. “Esas personas se merecen un castigo ejemplar. Todas estas noticias y esta gente nos crea muchos problemas. Los perros son nuestros amigos”, concluyen.
272 perros potencialmente peligrosos
El Ayuntamiento de Salamanca tiene registrados en su censo 272 perros potencialmente peligrosos de los 17.890 que hay en total. Este último supone un aumento bastante amplio con respecto a los últimos años. De hecho, en 2012, el censo de perros era de solo 13.710, cuatro mil menos que a 31 de diciembre de 2016.
Desde el Club de Amigos del Perro de Presa de Salamanca, eso sí, aprecian que puede haber incluso más de razas consideradas como potencialmente peligrosas. “Se necesita más control para que cualquiera no pueda tener un pero porque eso nos hace daño a los demás. Más efectivos para controlar esto”.
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