El espíritu de Lorca revive en Salamanca con la Barraca de los Derechos
Juzbado ha sido la primera parada de un proyecto "muy sencillo que puede tener un impacto grande", ya que busca alfabetizar en libertades públicas a la población rural

Verano de 1932. Federico García Lorca y Eduardo Ugarte ponen en marcha La Barraca para llevar el teatro clásico español a zonas con poca actividad cultural del país. Más de 90 años después, la Clínica Jurídica de Acción Social de la USAL recupera el espíritu pedagógico, popular y ambulante del proyecto creado en la Segunda República con el objetivo de alfabetizar en libertades públicas a la población rural. "Nosotros, en vez de llevar cultura artística, apostamos por la jurídica. Es muy necesario llevar la universidad a la calle para que la gente conozca los derechos que tiene", señala Antonia Durán, una de las coordinadoras de la iniciativa.
La Barraca de los Derechos surge coincidiendo con el décimo aniversario de la Clínica Jurídica de Acción Social, un espacio en la que alumnos de los grados de Derecho, Ciencias Politicas o Criminología ponen sus conocimientos al servicio de la comunidad. Y son precisamente esos alumnos los que impartirán los talleres de los que se pueden beneficiar los municipios de menos de mil habitantes. "En Salamanca tenemos muchos foros, pero no llegamos a las poblaciones pequeñas y queremos hacerlo. La forma es ir a los pueblos en cuestión, que los vecinos se sientan libres para preguntar e intervenir", añade.
El proyecto ofrece seis líneas de actuación para que los ayuntamientos, en función de lo que les interese a sus vecinos, se decanten por una. Las opciones son Cambio climático y desarrollo sostenible; Discapacidad y Dependencia; Intervención penitenciaria y Derechos Humanos; Memoria democrática; Menores y uso de Internet y Migrantes y Derechos. "Con algunas de ellas queremos captar también la atención de los jóvenes. No fijarnos solo en un público de personas mayores", defiende.
Los participantes, además de "preguntar y sacar sus preocupaciones" en los grupos de discusión que se creen, recibirán un certificado que acredite que han sido formados por la Barraca de los Derechos. El proyecto culmina con la creación de un congreso que dará espacio a profesionales del tercer sector "para que reflexionen" sobre ideas recopiladas y cuestiones como la brecha digital. "Es un muro que ha levantado la administración y que a los mayores les cuesta vencer. Pedir una cita online con carácter previo es un mundo para las personas que no tienen acceso a internet". El evento será abierto al público, aunque se dará prioridad a los vecinos de los pueblos partícipes.
Juzbado, primera parada de la Barraca de los Derechos

La primera parada de la Barraca de los Derechos ha sido Juzbado. Varios vecinos del municipio se trasladaron durante la mañana del 2 de julio al Ayuntamiento para asistir al taller sobre discapacidad y dependencia impartido por Nerea López Vergara, estudiante "brillante" de la Clínica Jurídica de Acción Social de la Universidad de Salamanca, y la profesora Lourdes Santos. "No podíamos haber tenido una acogida mejor. El público eran personas mayores, principalmente. Cada una intervino contando su problemática. Fue interesante", sostiene Antonia Durán, también presente en el acto.
Aún no se ha determinado la ruta que seguirá la Barraca de los Derechos a partir del mes de febrero, pero ya son varios municipios los que han mandado su solicitud. "Aún no hemos hecho ninguna reunión formal con ellos. Quremos esperar al nuevo curso y a los estudiantes que tomen el testigo -la Clínica es una asignatura de cuarto año-. No queremos adelantarnos". Será en septiembre cuando, a través de la Diputación de Salamanca, contacten con los pueblos para ir "cerrando el calendario de actividades". La disponibilidad se adecuará a los alumnos, pero la coordinadora anuncia que hay "personal más que suficiente para atender esas demandas".
Falta de apoyo institucional
El proyecto, por el momento, carece de respaldo institucional, ya que se les ha denegado la ayuda solicitada para su puesta en funcionamiento dentro de los Programamas ALFA. Tampoco se les ha permitido optar a la convocatoria estatal para proyectos relacionados con la Agenda 2030. "Vamos a pedir otras ayudas fuera del ámbito universitario y confiamos en poder tenerlas, sobre todo para la parte del congreso. La Barraca de los Derechos es un proyecto muy sencillo que puede tener un impacto grande, una forma de traer los problemas sociales a la universidad", concluye la directora de la Clínica Jurídica de Acción Social.
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